Leo esta nova en multitude de xornais e escóitoa nos telediarios de medio día (na primeira cadea comentárono de pasada, sen lle outorgar demasiada importancia) e fico abraiada, anque non me sorprende en absoluto. Neste país, tanto o sistema educativo "normal" como o sistema paralelo que hai montado nos centros de menores son modelos completamente fracasados. O que esta sociedade, e outra calquera, non debería tolerar é que haxa torturas e maltratos aos nenos e nenas que están "institucionalizados".
Os poderes públicos responsables dos nosos menores, en troques de garantir o benestar e a educación de quen teñen ao seu cargo, tapan a quen basea toda a súa práctica profisional na violencia, física e psíquica, con quen non ten forma de se defender.
En lugar de dotar aos centros e aos profisionais dos recursos e medios precisos para levar a cabo unha tarefa nada sinxela, despilfarran os fondos públicos, os nosos impostos, por exemplo en vehículos e mobres de luxo para uso propio.
A falta de dignidade e de vergoña adorna á grande maioría dos nosos representantes públicos.
El defensor del pueblo denuncia la práctica de "torturas" en los centros de menores. Los centros de protección de menores vulneran los derechos fundamentales de personas a su cargo. El catálogo de torturas que se aplicarían, según el defensor del pueblo, en estos centros va de los castigos corporales no justificados, al maltrato psicológico, dejarles sin comer, prohibirles asistir a la escuela según un extenso informe del Defensor del Pueblo remitido al Congreso. Se trata de centros dependientes de las administraciones públicas pero gestionados por fundaciones privadas. Uno de los lugares donde se ejemplifican los problemas hallados por el defensor es el centro de Picón de Jarama, en Madrid. Allí se suicidó a principios del pasado diciembre un chico marroquí de 12 años. Poco después, un adolescente intentó hacer lo mismo, aunque en este caso, sin éxito. El centro acumula más de una docena de denuncias aceptadas a trámite en los juzgados. Principalmente, por excesos a la hora de "retener corporalmente" a sus internos. El informe-denuncia señala, por ejemplo, que las "contenciones físicas" según se denuncia no las realizan en todos los casos personas especializadas ni sólo en situaciones muy excepcionales, sino como método de reprender y llegando a causar lesiones físicas a los niños. Unos eufemismos, "medidas educativas creativas", que encubren prácticas como atar por las muñecas a dos muchachos o castigar en salas de aislamiento "mucho más tiempo del aconsejado" a los menores. Además, según subraya el informe, con una intención no educativa, sino de castigo. También se alude al uso de fármacos sin que quede clara su utilidad y sin un protocolo establecido. Una larga lista de "problemas" que el informe achaca, entre otras cosas, a la "insuficiente regulación autonómica en la materia" lo que hace que "las entidades gestoras dispongan de una libertad prácticamente total para imponer un régimen disciplinario que puede ser aún más duro que en los de reforma".
Para denunciar estes feitos creouse esta web: http://www.centrosdemenores.com/ onde hai testimonios de primeira man sobre a tortura e o maltrato nos centros de menores.
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